L I M A 6
queridos todos,
lima sigue aquí, más invernal que antes pero igual de sabrosa.
este último tiempo ha sido una mezcla de sensaciones imprevistas; la paz de encontrar casa y de estar tan cómoda en ella, mis ganas de ponerla hermosa y la seguridad de dormir calientita; el frío horrendo de este perú que se muerde la cola en su temor hacia chile y los chilenos, la tontera de tener que oir tanta tontera que alguna vez pensé era parte de la mitología sudamericana y que no, que es real.
es una idea que atraviesa a las gentes de rey a paje y que no tiene manera de apaciguarse, ni la conversación ni los argumentos sirven de nada, no hay peor sordo, dicen.
trato de mantenerme alejada de los debates respecto de la característica evidentemente expansionista de chile y su afán de invadir el perú para quitarle su riqueza ancestral y actual, pero a veces vuelvo amarga pensando qué habremos hecho para ganarnos este desprecio: ciertamente no somos inocentes.
si bien el peruano es menos chovinista que el chileno, es igualmente patriótico: le duele arica, el pisco, las rayadas de los picantes del cusco, la batalla de miraflores y de chorrillos, le duele lan, ripley, falabella, casa&ideas, farmacias ahumada, las armas cuando la guerra del cenepa.
y aunque nos ganan en el fútbol jugamos sólo dos veces al año como para que eso les alivie la pena.
se olvidan de su maravilla de tanto mirarnos con rabia, porque hasta donde veo los chilenos no tenemos manera de asomarnos siquiera a la riqueza del perú, a sus colores de gente, de fruta, de paisaje, a su inca kola (que digan lo que digan es de lo más rica, tiene versión light y descafeinada y además aquí es el único lugar donde la cocacola es la segunda en ventas después de la bebida nacional, háganse esa bilz y pap).
porque bellavista no le llega a los tobillos a barranco, porque la música criolla jamás sonará tan triste como nuestras tonadas y cuecas, porque aquí hasta el más simple cristiano sabe comer como dios manda, distingue siete variedades de plátano y sabe exactamente qué hacer con ellas, porque aquí el pollo con arroz es una cosa, y el arroz con pollo otra muy diferente.
uno de mis amigos dice que si vas a chile vayas comido... y visto lo visto, estoy de acuerdo.
bueno queridos, aunque esté sola en esta cruzada reivindicativa, les mando un beso gigante desde acá, uno de los países más hermosos que he visto, con la gente más linda, la música más feliz, los sabores más intensos y dulces y frescos y limpios que he sentido y puta cai, lleno de gente que no los quiere ver.
vengan a visitarnos!
s.